Ubicada en un entorno natural privilegiado, esta exclusiva casa de campo ofrece tranquilidad absoluta y una conexión directa con la naturaleza. Situada en una pequeña y cuidada urbanización de tan solo 18 viviendas, es el refugio ideal para quienes buscan privacidad, confort y autenticidad lejos del bullicio turístico.
Construida sobre una amplia parcela de 1.675 m² con orientación sur, la propiedad disfruta de sol durante todo el día. El jardín es un verdadero oasis mediterráneo, cuidadosamente diseñado con una combinación de árboles frutales —naranjos, limoneros, albaricoqueros, viñas— además de encinas, olivos y flores autóctonas. La piscina de agua salina de 35 m² se integra perfectamente en el paisaje.
El acceso a la casa principal se realiza a través de un encantador camino de piedra natural, que conduce a la vivienda .
La planta baja es un espacio versátil , ideal como taller, trastero o zona para bicicletas.
En planta principal tenemos un amplio salón-comedor de con chimenea de leña y salida a una apacible galería acristalada de con vistas excepcionales. Cocina abierta totalmente equipada con despensa, dos dormitorios dobles y un baño completo. Desde la cocina se accede directamente al jardín posterior.
En la primera planta se encuentra el dormitorio principal con chimenea de leña, baño en suite, vestidor y una luminosa sala acristalada con impresionantes vistas a la bahía de Palma.
La finca incluye además una casita independiente de 70 m², con techos altos, vigas vistas y chimenea de leña. Actualmente utilizada como sala de billar, este espacio ofrece múltiples posibilidades: casa de invitados, estudio de arte, gimnasio o sala de juegos.
Entre sus comodidades destacan la calefacción por radiadores, aire acondicionado frío/calor, ventanas de PVC con cristales Guardian Sun y sistema descalcificador de agua. Todas estas instalaciones fueron renovadas durante la última reforma integral hace tan solo tres años.
La propiedad se encuentra a solo 2 km del encantador pueblo de Bunyola y a 20 minutos en coche de Palma, el aeropuerto y la playa de Sóller.