Situado en uno de los pueblos pesqueros más auténticos y mejor conservados de Mallorca, este acogedor piso es ideal para quienes buscan un refugio tranquilo para el veraneo o residencia habitual. La finca, con pocos vecinos, ofrece privacidad y un ambiente relajado.
La vivienda cuenta con 85 m² interiores distribuidos en 3 dormitorios (dos de ellos con armarios empotrados), 1 baño completo, cocina independiente y un amplio salón comedor con salida a una terraza cubierta privada de 16 m², perfecta para disfrutar del aire libre en cualquier época del año.
Además, el edificio dispone de una amplia terraza comunitaria en la azotea, con vistas abiertas al entorno e incluso al mar, ideal para tomar el sol, relajarse o disfrutar de las puestas de sol en un espacio compartido y tranquilo.
La ubicación destaca por su fácil aparcamiento y excelente comunicación: Solo 8 minutos de la playa de arena de Sa Ràpita, 18 minutos de Llucmajor y menos de 30 minutos del aeropuerto internacional de Palma.
Una oportunidad única para disfrutar de la esencia mediterránea en una zona exclusiva y con gran potencial.