Esta casa adosada está situada en una calle sin salida absolutamente tranquila en la parte antigua de Cala Murada, a unos 2 km de la playa.
La casa esquinera ofrece mucha privacidad y está completamente rodeada por su propio jardín con numerosas terrazas. En la planta baja se encuentran 2 dormitorios con baño, así como el salón-cocina-comedor abierto, que linda directamente con el luminoso jardín de invierno. En la planta superior hay otro dormitorio con baño en suite, al que se accede desde el exterior por una escalera. La habitación también tiene su propia terraza y, por lo tanto, puede utilizarse de forma totalmente independiente como apartamento de invitados.
Estaremos encantados de concertar una cita para que pueda tener su propia impresión de esta encantadora casa mediterránea.