Esta encantadora finca se encuentra en las afueras de Llucmajor. Desde el aeropuerto se puede llegar a la casa en 15 minutos y encontrarse en un oasis mediterráneo. La pequeña finca recientemente renovada está rodeada por una antigua población de árboles frutales y enclavada en un bosque de olivos silvestres. Ofrece espacio suficiente para tres dormitorios dobles, un baño, un amplio salón con chimenea de leña, una cocina y un jardín de invierno, que gracias al aislamiento de la casa también se puede utilizar como comedor durante todo el año. La finca está totalmente registrada y no sólo tiene cédula, sino también licencia de alquiler turístico. Está conectada a la red pública y se puede llegar a ella por una carretera asfaltada pero tranquila.