Esta encantadora finca rural, originalmente construida en 1970 y cuidadosamente renovada hace solo cuatro años, se encuentra en un generoso terreno de algo más de 3.000 m² en la tranquila y pintoresca campiña de Llucmajor. Con dos plantas de espacio habitable, es el refugio ideal para aquellos que buscan paz y el auténtico estilo de vida mallorquín. Construida con esmero y mantenida con cuidado, la propiedad muestra una especial atención al detalle y una elegancia atemporal, creando un hogar único diseñado para relajarse y disfrutar plenamente de la vida en el campo.
La planta superior cuenta con un diseño abierto, que combina perfectamente la cocina, el comedor y la sala de estar. Este diseño aprovecha al máximo la posición elevada de la finca, ofreciendo impresionantes vistas de 360 grados a las montañas circundantes y, en días claros, una vista del mar lejano. Este espacio impresionante crea una conexión armoniosa con la belleza natural que rodea la propiedad.
La planta baja consta de tres dormitorios y dos baños, uno de ellos en suite, proporcionando comodidad y funcionalidad tanto para la vida familiar como para recibir invitados. Cada dormitorio está equipado con aire acondicionado reversible, y se pueden instalar radiadores (las conexiones ya están hechas) para brindar mayor confort. Un baño exterior adicional con ducha se encuentra convenientemente ubicado junto a la piscina, ampliando la experiencia de vida al aire libre.
El cuidadosamente diseñado espacio exterior es una verdadera oasis, con una amplia terraza que ofrece un lugar tranquilo para relajarse mientras se disfruta de un amplio panorama que se extiende hasta la ciudad de Palma y el imponente "Puig de ses Bruixes." La ubicación se ve aún más enriquecida por impresionantes atardeceres, convirtiendo cada noche en una experiencia memorable.
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