Esta exclusiva finca en primera línea de mar está situada en las terrazas más bajas del codiciado pueblo de Banyalbufar. Situada en una zona de gran belleza natural, cuenta con unas increíbles vistas de 360 grados al mar, al pueblo, a la costa de la Tramuntana y a las montañas. El jardín principal está rodeado de encantadores muros de piedra seca tradicionales, lo que le permite disfrutar de la máxima privacidad mientras disfruta de las vistas sin obstáculos al mar y a la montaña y de las impresionantes puestas de sol sobre las aguas cristalinas del Mediterráneo. La parcela consta de 11.000m2 de terreno y 350m2 de superficie construida. La superficie construida se divide en una casa principal y una casa de invitados (casita). La casa principal tiene 4 dormitorios - la planta superior consta de 3 grandes dormitorios y 2 baños en suite, mientras que en la planta baja se encuentra un amplio salón-comedor de planta abierta, un dormitorio individual con baño en suite, y una moderna cocina con ventanas con vistas al mar. La encantadora casa de invitados tradicional con paredes de piedra tiene otros 2 dormitorios (uno con medio baño en suite) y una gran sala de estar con un baño adicional en la planta baja. Esta tranquila propiedad tiene más de 100 metros de frente al mar, así como su propio acceso directo al mar, un pequeño, casi privado y con su propio cobertizo para un barco de 6 metros con rampa, agua y electricidad. El acceso al mar no termina ahí - tome la puerta lateral de la propiedad para acceder a un camino conveniente y directo que le lleva a las playas locales. El lado de la montaña de la propiedad cuenta con numerosas terrazas planas históricas con paredes de piedra y un viñedo, que solía producir vino Malvasía para la finca. Este uso agrícola es posible gracias a 4 grandes "estanques" (depósitos de agua abiertos). Esta finca privada también tiene calefacción por suelo radiante, fibra óptica, aire acondicionado, un garaje para 2 coches y 2 plazas de aparcamiento al aire libre. Por primera vez, esta finca frente a la playa se comercializa después de haber pertenecido a la misma familia durante 60 años. Se trata de una oportunidad muy rara de disfrutar de una propiedad única e inigualable situada en una zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.