Esta finca rústica ofrece impresionantes vistas de la isla de Cabrera y cuenta con una licencia de alquiler turístico activa (ETV). Se encuentra en el corazón de una zona natural protegida, cerca del pueblo de Llucmajor, y conserva su carácter auténtico mallorquín, ofreciendo al mismo tiempo características modernas, como ventanas nuevas.
Ubicada al pie del Puig de Randa, la finca está rodeada de naturaleza y ofrece vistas panorámicas de las montañas. El terreno de 23.000 m² incluye una casa de 200 m² distribuida en dos plantas. La vivienda cuenta con un amplio vestíbulo, un salón con chimenea, una sala de lectura separada, tres dormitorios, un baño y una cocina equipada. Las paredes de piedra tradicionales, vigas expuestas y luz natural crean un ambiente cálido y acogedor.
En el exterior, la propiedad cuenta con una hermosa piscina, una terraza y un garaje, ideales para disfrutar de las vistas. La finca funciona de forma independiente, con suministro de agua mediante cisternas y energía eléctrica a través de paneles solares fotovoltaicos.
Situada en una zona ANEI, la finca ofrece privacidad y tranquilidad, accesible por un camino de montaña sin asfaltar. Está a solo 12 minutos del pueblo de Llucmajor y a 30 minutos de Palma, lo que ofrece un equilibrio perfecto entre aislamiento y comodidad.
Esta finca es una oportunidad única para aquellos que buscan un refugio tranquilo, con el potencial tanto de ser una vivienda privada como una inversión rentable.